Siempre he sospechado que el viento del que hablamos no existe. Conozco los mecanismos atmosféricos, meteorológicos, por los que el aire se mueve de unos lugares a otros. No me refiero a eso. Me refiero a que cuando alguien dice “levante” no está invocando los mecanismos de la física de los gases, sino un conjunto de sensaciones que esa procedencia del aire provoca en un lugar determinado, y a como las siente la persona que lo pronuncia. En último término, está hablando de sí mismo/a. Por eso es tan curioso observar como un habitante de la ciudad de Almería se resiste a llamar “levante” a este viento fresquito y húmedo de la costa de Níjar, mientras que en la ciudad de Almería es sumamente cálido y seco. Esta evidencia, y mi descubrimiento –tardío, como siempre- del origen de los nombres de los vientos mediterráneos intermedios (lebeche, siroco, grecal, mistral), me inspiraron este texto del calendario 2007, extractados a su vez de un inconcluso “Manual de navegación en tierra firme”.
Notas de cata de vientos tal como se presentan en la costa de Níjar (desde el norte, y en el sentido de las agujas del reloj)
Norte
Fresco y vivificante, exige protección dérmica. Aromas de esparto y retama
Grecal
Agradable en todas las estaciones, moderado, tibio, espumoso y volátil. Aromas de yodo, marisco fresco y crema de protección solar.
Levante
Profundo, intenso, húmedo y lúbrico. En boca, balsámico, carnal y con mucho cuerpo. Aromas de brea, sal, ajedrea, mirto, tomillo y romero.
Siroco
Contundente, extremo, colorista y desecante. En boca, arcilla y arena. Aromas de adelfa, taray y dátil seco. Con buena protección indumentaria, recomendable captar fotografías con una luz inusual.
Sur
Conciliador, franco, amplio y generoso. Estimula la memoria y la noción de “ser aquí”. Aromas telúricos en primer plano, con fondos de humedales encajados. Frutas de secano.
Lebeche
Equilibrado, estructurado, apolíneo y canónico. Viento redondo, en boca se presenta volátil y vaporoso. Aromas de sal y pescado potenciado por hierbas aromáticas.
Poniente
Poderoso, persistente, crepuscular, escatológico. En boca, seco y astringente. Torbellino de aromas que se resisten a la catalogación.
Mistral
Seco en la garganta, aromas de frutos extratempranos. Largo de gusto, excelente para acompañar tardes y veladas domésticas.